He descubierto que mi hija se prepara como coach, como esos entrenadores o preparadores que te preparan psicológicamente para los cambios.

Para ella, todo cambio es necesario conocerlos con anticipación, analizarlo, digerirlo, todo eso antes que pase. las sorpresas, no le molan nada (a menos que signifique comprar chuches, ir al parque, o similares)

Y por eso, ella se ha convertido últimamente en su propio coacher. Por ejemplo, cuando le fuimos contando que pronto dejaría de ir a la guardería y empezaría el colegio (sí, hemos sido crueles y apenas tuvo unos días de descanso entre la guardería y el inicio del colegio…) Para más inri, tenía que asumir que empieza el colegio justo para su cumpleaños..

Y ella, unos días antes, noscontaba que sus amigos y amigas de jardín se van de vacaciones y después al colegio, que a ella ya le toca dejar el jardín porque es muy grande, y que ella no va a llorar cuando le toque el colegio de grandes. Que no van a estar sus amigos de jardín pero que va a hacer amigos nuevos de colegio de grandes, que va a tener un patio muy grande, y se va a portar bien, y se dejará peinar para no ir «chascona» (despeinada) al colegio.

O justo antes de las vacaciones de semana santa, que marca un antes y un después en la dejada en el colegio, pues ya no la puedes acompañar en clase un rato, y ella días antes ya cuenta que después de vacaciones ella va a entrar sola en clase, que ya es mayor y no necesita que la acompañen…lo que yo diga, autopreparación.

O cuando llega un viaje, cuántos días antes pregunta por las horas de vuelo, los días que faltan, a quien veremos, como van las maletas…

Todo esto, ella sola…