Uno de los paseos en Santiago que más me gustan, y que más disfruto, es el de ir a comer a una Viña en el Valle Casablanca. En la ruta 68, en el camino entre Santiago y Viña, nos encontramos varias viñas con restaurantes incluidos, donde degustar los vinos de la casa y probar ricos manjares que los acompañen. Además, las vistas por esta zona son increíbles, sobretodo si vas en época de cosecha (Aquí a partir de septiembre)
De todas las viñas que he conocido, me quedo con la Viña Morande, que ahora se llama House casa del vino

Imagen de la web de House of Morandé
Con un restaurante no muy grande, con interior y terraza, y una amplia extensión de espacio exterior para descansar, jugar con los niños, pasear, o relajarse, es un lugar ideal para ir con niños.
Aunque el trayecto desde Santiago se hace un poco largo para una salida a comer, son solo 50km, y la oportunidad que jueguen un rato después de la comida, y que nosotros podamos llevarnos algún souvenir de la tienda…es una buena tentación.
Hemos ido bastantes veces, porque además van cambiando partes del menú para que sean de temporada. Os dejo, por ejemplo, su menú degustación:

Imagen de House of Morande
Otros detalles del menú eran sus frases:
A mi me gusta, ya sea en otoño, primavera o verano, incluso en un soleado día de invierno. No puedo resistirme a platos como este:
acompañados de una copita de vino blanco:
Esta vez nos sorprendieron con un mantel de papel para niños, donde podían dibujar a gusto, y donde tenía su propio menú a elegir:
Lo encontré un detalle acertado que no siempre encuentras en un restaurante, aunque sea familiar. Las pequeñas terremoto llenaron el papel de colores mientras esperábamos para la comida, y después, por supuesto, las perdimos en los juegos. Y, nosotros, a disfrutar de la comida con estas vistas:
Además, tienen un quincha (barbacoa) que puedes reservar para grupos más grandes, y también te ofrecen la posibilidad de encargar una cesta de picnic con todos los implementos, y comida del restaurante y vino de la bodega, que puedes disfrutar en cualquier punto del terreno.
A la salida, no olvidamos pasarnos por la tienda:
Y, por supuesto, la larga vuelta en coche hasta casa fue ideal para que las pequeñas aprovecharan para hacer la siesta…y llegar repletas de energía a casa jeje. Si estáis en Santiago, con niños, vale la pena el paseo. si queréis saber más, podéis entrar en su web. Os dejo con otra frase:
En 2016 cambió su nombre para llamarse «House casa del vino», y todos los domingos tiene un brunch con buffet libre más plato de fondo: rico rico. Nosotros la última vez que fuimos era otoño y acababa de llover…y el jardín post lluvia lucía así de bonito:
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Tiene muy buena pinta! lástima que nos pilla un poquito lejos! 🙂
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gracias Anabel! Son unas horitas de avión y listos! Ven cuando quieras 🙂
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Demasiadas horas para mi peque de momento, tal vez cuando sea un poco más grande y pueda estarse quieta en el asiento del avión! gracias! 🙂
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Se parece a algunas bodegas que hay por aquí, solo que en España no suelen tener restaurante, lo que estaría genial. Lo de los manteles para pintar lo he visto en un Foster Hollywood y también me pareció una idea genial 🙂
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si, aqui es parte del turismo. En españa no habia visitado ninguna creo pero aquí es parte del pack turístico. Y lo de los manteles es una salvación…almenos para un ratito. y el parque que tiene esta también, que tiene tobogán y todo! un abrazo!
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Apetece 😀
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a que si? 🙂
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Menudo planazo para el domingo! Que suerte que podáis disfrutar de paisajes y comidas como esas. Muakkk
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el camino es largo para una comida. me gustaría ir más a menudo…porque la verdad es que sí, tiene bonitos paisajes 🙂
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Yo también quiero pasar una tarde como esta, jajajja!!!
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es un paseo muyyy recomendable 🙂
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