La ciencia  la medicina han avanzado en muchos aspectos en los últimos años, muchos descubrimientos que mejoran nuestro día a día y que salvan muchas vidas. Pero a lo mejor, a veces, tanto avance nos lleva a querer controlar demasiado las cosas ¿o no? Quizá hay momentos en los que es mejor que la naturaleza haga su trabajo; cómo en el parto, por ejemplo. Tantas mejoras que se convierten en comodidades pero ¿necesarias? ¿es necesario tanto control?

Hace poco, en un curso del que ya hablaré más adelante, nos enseñaron el vídeo que pongo a continuación. Creo que no requiere explicación pero da de pensar.

Puede que el vídeo sea divertido, y haga gracia como exageración pero ¿y si fuera así? ¿y si cuándo uno quisiera concebir tuviera que pasar por ese proceso, ser observado, dirigido; en vez de poder hacerlo a la luz de las velas, en el sofá, en un hotel frente al mar, bajo las sábanas o donde sea que se nos ocurra y en el  momento que se nos ocurra?

Creo que causaría un verdadero descenso de la natalidad. Como algunas intervenciones causan en los partos mayor tasa de cesáreas innecesareas (porque cuando son necesarias, lo son y punto, y bienvenidas sean) o más episotomías y otras incomodidades, recuperaciones más largas, o sencillamente dejan sensaciones amargas donde no tenían porqué existir. Lo dicho, creo que da que pensar… quizá no en todo momento hay que controlar lo que la naturaleza sabe hacer solita…