¿De qué sirve tomar probióticos?

Después de años de dolores estomacales, de que montones de cosas me sentaran mal, empecé a revisar bien mi alimentación, para intentar encontrar las causas. Quien sabe, quizá podía ser intolerante a algún alimento y con eso me arreglaba la vida! Poco a poco fui cambiando mi alimentación. Hacerme estudios para encontrar las causas descubrí que era carísimo, y con mi hija pequeña, por ejemplo, habían sido inconclusos y nunca nos han ayudado a saber a qué es alérgica, por lo que empecé con la prueba y error.

Dejé de tomar lácteos tanto como pude. Si como magdalenas y a veces le pongo leche de vaca al café cuando no hay otra opción, pero ahora me baso en los queso de cabra, la leche de soya o de coco, y a cocinar bizcochos con leches alternativas. Los yogures salieron de mi dieta hace tiempo ya, por no encontrar una alternativa sin leche de vaca. Mi intestino agradeció enormemente el gesto, así que seguí investigando. Incluso un tiempo atrás os contaba que estuve 21 días sin tomar ningún tipo de azúcar. La verdad, esa etapa fue dura, la primera semana. Después, me sentía infinitamente mejor. Ha sido el único momento que he podido comer cebolla o ajo sin que me sentara fatal.

Después de eso, estuve tiempo sin comer azúcar procesada, mi cuerpo no la pedía. Pero poco a poco, que si cumpleaños, que si desayunos…y al final como, mucha menos que antes, pero aun sigue pendiente eliminarla. Ahora, no le echo azúcar a nada. Esa es una costumbre que ya está integrada en mi. Café o té, solo o con miel, por ejemplo.

El otro punto pendiente es el pan. Sé que tengo cierto nivel de intolerancia a las levaduras, pero el pan es mi perdición, así que sigo en búsqueda de un pan sin gluten que me guste, no vacíe mi bolsillo y me permita sacar el pan tradicional de la dieta. Pero tengo una debilidad por el pan de masa madre, por ejemplo, que me sienta tan mal como rico está.

Paralelamente, convertimos en una rutina familiar la toma de probióticos, especialmente para la peque. Su reacción a las comidas que antes le hacían daño se fue haciendo más atenuada, así que me animé yo también a convertirlo en rutina. Para contaros más sobre los beneficios de los probióticos, estuve hablando con Elizabeth de Slow Nutrición, a la que me gustaría visitar en persona para poder profundizar en mi caso o el de mi hija, pues tiene muchos conocimientos que nos serían muy necesarios. Pero por mientras, os dejo con ella para que nos cuente más.

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Elizabeth ¿Qué es un probiótico?

Los probióticos son bacterias vivas que tomadas de forma terapéutica (en cepas y dosis adecuadas) son capaces de inducir efectos beneficiosos en nuestra salud.

¿Cómo funcionan? ¿Cómo actúan en el organismo?

Nuestro intestino es la principal barrera entre el exterior y nuestro interior, inmunológicamente se enfrenta a diario a miles de microorganismos que modifican nuestra diversidad bacteriana. En ocasiones, esta modificación de nuestra microbiota, conocida como disbiosis intestinal, aumenta la incidencia de determinadas enfermedades como problemas gastrointestinales o infecciones. La ingesta de cepas de probióticos específicas pueden trabajar en nuestro organismo para disminuir la inflamación y restablecer una composición de nuestras bacterias saludable que nos ayude a mantenernos sanos.

¿qué beneficios tienen?

La ingesta de los probióticos tiene un gran número de aplicaciones en nutrición e inmunología. Una vez que los probióticos llegan y colonizan el intestino trabajan junto a nuestra microbiota intestinal, el conjunto de bacterias que forman el ecosistema de nuestro intestino o los “bichitos” buenos como les digo a mis pacientes, y son capaces de mejorar la simbiosis o relación entre toda esta microbiota intestinal y la salud de quien los consume.

En los últimos años se están realizando muchos estudios sobre los beneficios y usos de los probióticos en patologías relacionadas con problemas gastrointestinales como diarreas, enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome del intestino irritable, síndrome metabólico, hígado graso, diabetes, dislipemias, obesidad, trastornos de la conducta tipo autismo, depresión, problemas en la mujer como mastitis, tratamientos combinados con antibióticos y su uso en niños, entre otros, con resultados muy esperanzadores.

¿Tienen alguna contraindicación?

Como suelo decir “toda ingesta tiene una respuesta” y el consumo de la dosis o cepas inadecuadas de probióticos puede tener resultados que no son los esperados. Como hemos dicho, lo que necesitamos es restablecer el equilibrio en las bacterias de nuestro intestino, porque lo que no sirve cualquier probiótico.

Al estar cada vez más extendido su uso encontramos una amplia gama de opciones en el mercado y hay que ser cautos ya que no todos sirven para lo mismo ni todos sirven para todo. Si no tomamos el probiótico adecuado no sólo no obtendremos los efectos esperados, si no que podremos tener más de uno inesperado como molestias digestivas entre otros.

¿Para quién está recomendado? 

Todas las personas pueden tomar probióticos. Por ejemplo está muy extendido su uso para la diarrea del viajero, tomado de forma preventiva días antes de un viaje. O afortunadamente, cada vez estamos más comprometidos en su ingesta junto a los tratamientos antibióticos, esto es fundamental ya que el antibiótico “mata” los patógenos pero también parte de nuestra microbiota, por eso es fundamental combinarlo con el probiótico adecuado para que no influya negativamente en nuestra salud y evitar por ejemplo, esas diarreas tan comunes cuando tomamos antibiótico.

¿Cuál es la diferencia entre un probiótico y prebiótico?

Mientras que los probióticos son microorganismos vivos, los prebióticos son nutrientes, normalmente hidratos de carbono, fibra, que no digerimos y al llegar al intestino sirve de alimento para las bacterias que están allí viviendo. Muchas veces se toman en combinación aunque el efecto de cada uno de ellos es completamente distinto. Es muy importante entender que efecto buscamos para tomar uno u otro.

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¿Dónde se pueden encontrar los probióticos? ¿cómo debemos ingerirlos?

Para obtener resultados terapéuticos es fundamental ingerir cepas concretas en dosis concretas. Eso solo lo podemos obtener mediante comprimidos preparados. Es importante que estén encapsulados para que lleguen a nuestro intestino inalterados y no se pierdan durante la digestión y los ácidos del estómago.

De forma preventiva también podemos aportar nuestro granito de arena con el consumo de alimentos fermentados kéfir, chucrut, quesos curados, pepinillos en vinagre, alimentos fortificados con probióticos o darle a nuestros hijos lactancia materna por su alto poder probiótico e inmunológico.

¿Cuáles son las cepas más conocidas y como actúan éstas?

Si, hay cepas que hemos visto que actúan muy bien para patologías determinadas como L. Reuteri para problemas intestinales en los niños, Lactobacillus en candidiasis vaginales, Lactobacillus GG o Saccharomyces boulardii en las diarreas del viajero y muchas otras cepas como Lactobacillus bulgaricus , Streptococcus thermophilus…ect. Cada vez son más las cepas que se están aislando y eso es una gran noticia para un sin fin de aplicaciones.

Gracias Elizabeth por tu tiempo y por compartir tus conocimientos en el blog. Yo te cuento que personalmente el probiótico que he tomado y que le doy a mi hija siempre trato que contenga la cepa LGG, que nos ha ayudado a protegerle el intestino mientras intentamos averiguar más sobre sus intolerancias.

Espero te haya gustado el post, y sea útil la información!

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6 comentarios en “¿De qué sirve tomar probióticos?

  1. Yo de vez en cuando tomo próbioticos cuando noto que llevo tiempo con el estómago poco fino y a los niños también se los doy, generalmente después de pasar gastritis o haber estado con diarreas. El pan es mi perdición también y en cuanto a la leche la he reducido mucho de mi dieta, también tomo de soja porque no me sienta bien, pero desde siempre..

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  2. Yo tube una época en la que estaba constantemente mal de la tripa y tube que tomarlos, la verdad es que la mejoría fué rápida y muy notoria, de haberlo sabido los habría tomado antes. Ahora estoy sin, menos mal que me recuperé.

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  3. Wow, no tenía ni idea de todo esto la verdad. Te ha quedado un post muy informativo, yo que pensaba que los probióticos solo eran para tomarlos después de una enfermedad estomacal para repoblar la fauna de bacterias que tenemos y descubro que hay más, mucho más gracias a ti por tu post.

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