El nacimiento de Cayetana

Desde este blog has podido conocer la historia de Mini Thor contada por mi amiga Sil. Ella me ha dicho muchas veces que escribir sobre los diferentes retos de su maternidad la había ayudado mucho, por lo que se me ocurrió que sería bueno publicar las historias de otras mamás, con sus retos, sus experiencias, para que quizá puedan llegar a otras mamás que pasen por lo mismo.
De esa idea nació una nueva sección que voy a ir construyendo con el tiempo, Historias en Primera persona, y que empezó el mes pasado con la historia de Ely. Aun nos quedan capítulos de la historia de Mini Thor, eh! Pero además de las peripecias de Sil y su bebé grande, vamos a ir contando historias y experiencias de otras mamás
Vamos con la primera de éstas nuevas historias. El nacimiento de la pequeña Cayetana, que llegó algo antes de lo esperado, sin darles tiempo a sus papás ni a preparar las primeras mudas. Pero mejor nos lo cuenta Cristina, su mamá:
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La llegada de Cayetana

Soy mamá desde hace 2 meses y aún me parece estar viviendo un sueño, como si no estuviera viviendo mi vida….
Sobretodo porque yo nunca había tenido claro que quisiera ser mamá (y más bien me declinaba hacia el lado del no), como algunas amigas que lo tenían clarísimo desde que tuvieron uso de conciencia.
Ante la típica pregunta de «y los peques para cuando??» tan típica de cuando te casas o cuando tus amigos empiezan a tener hijos, yo siempre respondía un «ya se verá, ahora toca disfrutar de mi marido, viajar, etc…»
Y creo que nunca lo tuve claro por una simple razón….me ATERRABA, así, en mayúsculas, una sola cosa: el parto.
Pues bien, a mis 35 años, algo hizo «click» en mi interior, y lo vi claro, ahora sí quería ser mamá, y quería serlo con la persona con la decidí compartir mi vida hace ya 9 años.
Voy a aclarar que mi marido si que tuvo siempre muy claro que quería ser papá, así que cuando lo hablamos fue la persona más feliz del mundo!! 🙂
A partir de ahí, todo fue demasiado rápido…..me quedé embarazada al primer intento, tuve un embarazo de lujo (sin vómitos, malestares ni nada que me impidiera disfrutarlo) y de repente….en la semana 35 ven que el bebé no ha crecido lo debido desde el control anterior, y a partir de ahí más rápido aún todo! Controles cada semana, diagnóstico de preeclampsia y con 36 semanas al ir a un control semanal me dejan ingresada para inducirme el parto al cumplir la semana 37. Como se suele decir…..»Y yo con estos pelos!!!» Aún no tenía todo listo para su llegada…había decidido dejarme cositas para hacer y comprar esas últimas semanas sin trabajar y no aburrirme, y al final… «me pilló el toro»!!
5 días ingresada esperando que al sexto me provocaran el parto…..uffff, qué lentos…..y qué de cosas se me pasaron por la cabeza.
Además, mi ginecólogo estaba de vacaciones (me había prometido que volvería para mi parto, si total, aún quedaban 4 semanas…), mi matrona se había roto un tobillo y estaba de baja...todo el equipo con el que me había encariñado para que me acompañara en ese momento tan especial no estaría conmigo!!
El ginecólogo que sustituía al mío (un amor, por cierto) me avisó varias veces (7, 8???) que al ser primeriza y parto inducido sería un proceso muy lento, me recomendó desayunar fuerte porque me esperarían 10-12 horas de esfuerzo y trabajo en el mejor de los casos, y que había que contemplar la posibilidad de que, si pasadas esas 10-12 horas no dilataba como debía, quizá hubiera que hacer cesárea….
Con este panorama, no sé ni como dormí la noche anterior, pero parece que el cuerpo es sabio y sí, dormí y descansé para prepararme para «el gran día».
A las 8 de la mañana vino el ginecólogo a darme los buenos días, y a decirme que «nos veíamos en un ratito»…a las 8.15h me llevan a la sala preparto con mi nueva matrona (a la que había conocido solo 2 días antes…) y….a las 9 horas comienza la película.
Comienzan a inyectarme oxitocina por gotero, empiezan las primeras contracciones, los primeros dolores, la matrona me rompe la bolsa, primera dosis de anestesia (al tener preeclampsia no te dejan pasar dolor porque con el dolor te sube la tensión y es peligroso para la mamá), más contracciones, más dolor, segunda dosis de anestesia….y de repente, la matrona me hace tacto, sale de la sala y así de la nada, llevando 5 horas en la sala de pre-parto, entran por la puerta todo el equipo médico (ginecólogo, pediatra, auxiliares…) hablando, riéndose, poniéndose los guantes, gorros etc….y yo, como los ví taaaaan relajados, pensé «nada, vienen a echarme un vistazo»…..
A todo esto, en la sala de preparto de al lado había una mamá a la que le estaban induciendo el parto desde la misma hora que a mí, pero para ella era su tercer hijo….así que cuando mi marido vio todo ese despliegue de medios, preguntó (inocente…) «ustedes vienen para la sala de al lado…..verdad….??»
Pero no, venían para mi sala, porque al parecer……yo ya estaba lista!!
Yo solo pensaba «no puede ser, si el ginecólogo me advirtió una y otra vez que sería un trabajo largo, de 10-12 horas y solo llevo 5 y media…y el dolor que he pasado no ha sido tanto….»
Si hasta ese momento todo me había pasado rápido, no puedo explicar a partir de ahí…….las siguientes 3 contracciones, 3 empujones y …..la peque estaba encima de mi vientre!! Yo no lo asimilé hasta pasado un buen rato….Toda la vida temiendo al parto y no me había enterado!!!! Ni siquiera me tuvieron que hacer episiotomía, ya que mi peque fue chiquitita (de hecho estuvo en neonatología e incubadora una semanita)
Las primeras semanas en casa, cada día era un reto y muchas primeras veces (primera cura del cordón, primer cambio de pañal, primer baño, ….). Yo por suerte conté con ayuda de mi familia desde el primer momento (pese a vivir a 13.000 km de distancia de mi casa han venido a echarme una mano mi mami y mi hermana, primero una y luego otra, que así cunde más 🙂 ) hasta ahora, así que de ahora en adelante empezamos otra aventura la peque, el papi y yo solos!
Desde la llegada a casa (a su semana de vida) hasta aquí (2 meses) solo tengo una palabra que define cómo nos sentimos: FELICIDAD (bueno, y sueño, jajajaja).
Tenerla es la mejor decisión que hemos tomado en nuestra vida!!
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Cada maternidad tiene historias que emocionan. Los bebés nos cambian la vida, nos enseñan y nos sorprenden; algunos nos sorprenden desde el primer momento, como Cayetana y su llegada.
Si queréis contar una experiencia de vuestra maternidad, un momento concreto, un reto o una forma en la que os ha cambiado, escribidme un email a: asicomolopienso@gmail.com con el titulo «Historias en primera persona» Y no olvides apuntarte al sorteo del blog
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8 comentarios en “El nacimiento de Cayetana

  1. Las cosas nunca salen como una las planea cuando se trata de tener un bebe. Me siento identificada por muchas cosas, Sobre todo cuando tienes lejos a tu familia por estar en otro pais, pero al final todo sacrificio vale la pena cuando tienes a tu bebe en tus brazos. Felicidades por Cayetana, su mama y todas las mamas del mundo!

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