Cuando las vacaciones no son vacaciones

Me está costando mucho la vuelta de vacaciones….qué difícil volver al invierno y pillar el ritmo otra vez. Me noto leeeenta, pero poco a poco vamos retomando. Y cada vez que vuelvo de vacaciones, y paso agotada varios días, pienso que mis vacaciones no son vacaciones.

Hace unos años, si me mencionaban la palabra vacaciones, todo lo que me venía a la cabeza era una tumbona, arena y mar.

hamaca

Pero ni siquiera pensaba en una escena caribeña como ésta eh? solo estirarme a leer o a no hacer nada, al sol y cerca del agua (la piscina también servía)

Desde que me fui a vivir fuera, la palabra vacaciones pasó a generarme otras imágenes mentales: tapas, cervezas, terracitas, amigas, y en mi cabeza siempre veía esa imagen de Barcelona desde el aire donde el Eixample ofrece esa visión tan característica de la ciudad.

bcn desde el aire

Y desde ese momento también, irme de vacaciones resultaba aun más necesario, como si fuera necesario para respirar. Peeeeeeeero, vivir a 13.000km y visitar tu tierra solamente una vez al año significa ver en 20 días a todos el mundo. Tus vacaciones se convierten en un encaje de bolillos, en un tetris para desayunar, comer, merendar o cenar con tíos, primos, amigos, …y ¿cuando descansas? en el avión de vuelta, y así aprovechas y te duermes el viaje entero.

Desde que vivo fuera no cambiaría mi destino de vacaciones. Si Chile tuviera más de 15 días al año de vacaciones quizás podría dedicar algunos días a viajar por aquí. Pero al tener tan poquitos días, yo necesito esos viajes a casa, y me encanta ver a todo el mundo. Pero a veces es difícilísimo construir una agenda que se adapte a los días que tienes y a las agendas de aquellos con quienes quieres quedar, que también tienen su vida, su rutina y sus compromisos…y sus propias agendas! Los primeros años pasaba el día de quedada en quedada, comía demasiado y me daba cuenta que repetía muchas veces lo mismo o respondía las mismas preguntas. Y no me daba tiempo de disfrutar..era ponerse al día 30 veces en un «sprint».

Después llegaron las niñas. Con hijos, las vacaciones tampoco son vacaciones. No hay descanso, no hay pausa. al contrario, los niños no desgastan energías en colegios o guarderías o actividades extraescolares sino que las quieren gastar contigo!!! Desaparecen las levantadas tarde, las siestas, las sobremesas de todo el día, y las copas hasta altas horas de la noche. Almenos mientras son bebés. Pero aparecen las mil y una bolsas que acarrear, unas personitas que necesitan comer y no pasan «con cualquier cosa» como nosotros (con lo cómoda que era la lactancia!!!), pequeñas terremoto que necesitan correr mucho o dormir una siesta inesperada…

siesta

Si sumas ambas cosas, con dos pequeñas terremoto y visitando a la familia, las vacaciones eran un viaje fugaz del que te enterabas de poco a pesar que veías a todos y que esos momentos en que querrías terracita para descansar empujabas columpios. Hasta el año pasado. Desde el año pasado nuestro planteamiento vacacional empezó a cambiar, y este año ya ha sido completamente distinto.

Hacemos una lista de la gente a la que queremos ver si o si e intentamos programarlo con tiempo. Nada de ratos cortos y 5 quedadas en una mañana. Cada día tiene una mitad de «ocio paterno» y otra de «ocio infantil». Así, si la mañana la pasamos en el zoo, por la tarde seguramente iremos a visitar a la familia o a algunos amigos. Esto hace que pasemos un rato en familia de 4 cada día, y otro rato visitando a toda la gente que tantas ganas tengo de ver durante el resto del año. Y si podemos comer con amigos que tienen niños en lugares donde los niños puedan jugar a sus anchas…aun mejor! Así podemos hasta hablar tranquilamente y ponernos al día, y los pequeños no se aburren.

zoo

Y los encargos y las compras intentamos hacerlos solos. Este año por ejemplo he utilizado las mañanas mientras las terremoto desayunaban tranquilamente para ir a hacer los encargos. O sino, el padre de las criaturas se escapaba mientras nosotras nos remojábamos en la platja de l’eixample (el mejor descubrimiento del viaje)

Las vacaciones siguen sin ser lo que antes consideraba vacaciones. De hecho, yo las renombraría porque en el fondo de mi mente vacaciones siempre será una tumbona y tomar el sol. Para los padres con hijos pequeños llamaría a las vacaciones «tiempo de intenso disfrute en familia» porque descansar se descansa poco, pero son unos días en los que disfrutas tanto y tan intensamente de tus hijos que son de lo mejorcito del año.

Eso sí, nosotros a la vuelta siempre necesitamos un día de no hacer nada antes de volver al trabajo. Yo este año, sin planificarlo, me dormí una siesta de algo más de 12 horas…no recuerdo haber dormido tanto desde…antes de ser madre, eso seguro.

Las vacaciones que no son vacaciones, pero son días en que disfrutamos 24×7 de las pequeñas terremoto, días que nos damos cuenta de cómo han cambiado de un año a otro, días que acabamos extenuados y felices a partes iguales. Días llenos de fotos para el álbum, de anécdotas para recordar, de nuevas palabras, de nuevos hábitos, de nuevas costumbres familiares. Días que, sobretodo el padre de las criaturas que trabaja esos horarios tan conciliadores de la era moderna, puede hacer cosas con ellas que en el día a día no tiene tiempo de hacer. Nos despertamos temprano pero nos levantamos sin prisas, salimos a cenar a las 22, comemos cuando nos da hambre, compramos helados a deshoras, vemos la tele de madrugada, y juegos y más juegos, y besos y más besos. Salidas nocturnas. Y tiempo, mucho tiempo en familia.

font

 

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16 comentarios en “Cuando las vacaciones no son vacaciones

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  7. Cómo te entiendo! Desde que soy mamá, no hay vacaciones sino «intenso tiempo de disfrute en familia», gran definición! (o no, según días y momentos). El día a día es duro y las vacaciones es un día a día distinto, en un escenario diferente con nuevos planes que hacer…xo eso de la tumbona se acabó, xDD!!! Y veo q no sólo las mamis de bebés, sino las de más mayores, como en tu caso. Besitos y ánimos en la vuelta a la rutina!!!

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  8. ¡!Cuanto te entiendo!!
    Yo también cuando voy mis días son eternos, increíble cómo pueden llegar a cundir, eh.
    Di que claro sobre todo en verano, en España, aunque llegues a casa a las 22 h no pasa nada. Así que cunden mucho más, no como aquí que a las 19-19.30 todos estamos recogiditos.

    Yo aún peor, pues cuando voy suele ser por trabajo, así que a las 17h empieza mi dia loco de visitas y recados , je je
    Pero me dan vida, y cojo energía para afrontar el duro invierno.

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  9. No hace falta que te diga lo mucho que te entiendo. Mis «vacaciones» durante años son 3 días en mi casa, a ver a mi familia, y estar con ellos. Pero yo tampoco lo considero vacaciones ya que estás arriba y abajo visitando familiares y no relajándote ni disfrutando de la ciudad como si harías en otro caso. Aun asi, no lo cambiaría por nada.
    Al principio los primeros años nos los pasábamos en el coche, los 3 días que íbamos, coche para todos lados para visitar a cada familiar. Ahora hacemos quedadas conjuntas en algún restaurante, bar o parque y no movemos el coche, al menos para descansar un poco.
    Te comentaba hace poco que igual este año renunciaba a ir a mi casa para poder tener vacaciones de verdad, pero al igual que tu tuviste la sorpresa de poder venir a tu casa, a mi me han dado la sorpresa.. el mes que viene me voy de vacaciones!!! A la playa, a cabarceno, y a relajarme aunque sea con niño jejeje. Ya ves, este año era nuestro año 😉

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