Enmendando…con la una y con la otra

A veces me paro a pensar, y el segundo hijo, a pesar de no disponer del 100% de atención como el primero, tiene suerte en muchas cosas. A lo mejor con el primero te primero tenías dudas que con el segundo ya no surgen: cómo cogerle, si el pañal está bien o mal puesto, si ponerle o no chupete, cuándo introducir la alimentación complementaria. Recordarás también algunos trucos que con el primero te sirvieron.

Probablemente además, le habrás perdido el miedo a muchas otras cosas, lo que te permitirá tomarte las cosas con más calma con este nuevo bebé. Seguramente con el primero te habrán dado mil consejos; algunos te gustaron, y los recordarás en esta nueva etapa, otros que a lo mejor escuchaste y después desechaste, ni se te pasarán por la cabeza esta vez. Recibirás muchos más consejos, pero seguramente tengas mucho más arte para descartar los que no te sirvan.

Almenos así me pasó a mí. Con la primera escuchaba todo lo que me decían, lo comparaba con lo que yo creía que era mejor, dentro de mi ignorancia, y decidía por una de las dos cosas. A veces me quedaba con mi instinto pero me sentía un poco culpable por no hacer caso de un sabio consejo; otras veces hacía caso de lo que me habían dicho y me sentía culpable por no escucharme a mi misma. Por una cosa o por la otra, no lo tenía claro. Es lo que hay.

Ya os contaba una vez que las opiniones hacen a veces mucho daño.

Con la segunda además, me he dado cuenta que, además de hacer lo que quiero, escuchando consejos (algunos) pero haciéndome más caso a mi que a los demás, la disfruto más. Eso me hace sentirme culpable…¿¿¿que nos pasa cuando nos convertimos en madres que nos sentimos culpables hagamos una cosa o la otra???? Me hace sentirme culpable porque me acuerdo en casa con la terremoto mayor, ella «tranquila» en su sillita y yo tranquila con lo mío. Podía leer, ver la tele, o pasearla durante horas en su cochecito. ella estaba entretenida y yo también, ¿y eso era lo que importaba no?

Ahora, o durante la etapa bebé de su hermana, me he dado cuenta que no era solo eso. La interacción también importa. Sí, es bueno que un bebé esté tranquilo, y recuerdo con cariño los paseos, estar sentadas juntas leyendo…pero se disfruta más interactuando. Hablar con ella en vez de tenerla toda la tarde en la sillita, sacarla a pasear en brazos en vez de en el cochecito (aquí os contaba como me cambio la vida pasar del cochecito a los brazos), dormir con ella encima la siesta, estirarme con ella a mirar por la ventana, jugar con ella, cantarle…

He interactuado tanto más con la enana que me siento mal por la mayor. Y no fue solo en esa etapa de bebé. El año pasado casi todos los días, fuera otoño, invierno o primavera, he jugado con las niñas o hemos ido a los columpios. Si pienso en retrospectiva, la mayor no tuvo esa oportunidad…primero yo trabajaba jornada completa y cuando tenía dos años recién cumplidos, llegó su hermana, y ese año lo pasó saliendo mucho más tarde de la guardería (a ella le encantaba, eso sí…) y saliendo con su padre los fines de semana. Su hermana pasaba de rinitis a bronquitis, y no salíamos mucho. Pero la pobre, en casa, más que cariño y juegos por mi parte (aunque siempre le dedicara un rato en exclusiva, para bañarla o acostarla) siento que recibió «enseñanzas»: dejamos el pañal, el chupete, el biberón, etc…y además tuvo que acostumbrarse a tener una hermana que le robara la atención!! Y a ser mayor de golpe!! Ella, que es una niña de alta demanda, o se le acerca mucho. Ojalá se nos multiplicara el tiempo…o las manos, para poder llegar a todo…con todo.

La enana ha estado más tiempo en brazos, sigue disfrutando del colecho, tiene compañeros de juegos a todas horas, sale a jugar todos los días, estoy por ella en casa siempre que lo necesita. Y mira por donde, ha salido más independiente, más segura, y también con mucho carácter...no se vaya a pensar nadie que es una niña calmada. Pero con ella he hecho más lo que he querido, lo que he sentido que me parecía bien….y he disfrutado más de esta primera etapa.

Incluso ahora con la mayor, que intento dedicarle más espacios a ella, es difícil. Para las dos (tres si me incluyo a mi) no es fácil tener ratos para todo. Me busco espacios y actividades para hacer con cada una de las niñas solas y con las dos juntas, pero no hay tiempo para todo muchas veces.

Además, la hicimos mayor cuando todavía era un bebé. A los dos años a su hermana le hemos permitido cosas que recuerdo a la mayor no hicimos, porque se nos escapaba el «pero si ya eres mayor…»Y ahora veo a la enana….y es un bebé aun!!! Y ahora hacemos lo mismo. Sin querer. Seguimos aprendiendo…que de eso se trata también. Cuando se enfada con su hermana, cuando se pelean por un juguete, muchas veces ella sale perdiendo porque le decimos que su hermana aun no entiende qué es compartir, o no entiende que no debe pintarle el dibujo, o lo que sea…que es verdad, pero casi siempre la deja en desventaja. Eso sí, tras el conflicto siempre intento hablar con ella un rato, para que entienda que no le echamos la culpa, y si tenía razón se la doy, pero le explico que al ser su hermana más pequeña, intentamos tenerle más paciencia porque está aprendiendo.

Yo soy hija única y, como todo, tienes sus ventajas y sus inconvenientes. Educar hermanos cuando no los has tenido siento que te hace ir un poco más a ciegas. Como todo, con el primero uno experimenta, con el segundo aplica lo aprendido o enmienda lo que no le gustó. Aun así, al llevarse poco entre ellas, estoy intentando corregirme también con la mayor. Cuidarla y mimarla como la niña que es, sin pretender que crezca antes de tiempo, dándole el espacio que necesita, hablándole mucho porque sé lo importante que es para ella, y aceptándola tal y como es, tan parecida a mi como os contaba hace unos meses. Igual me equivoqué cuando ella era más pequeña, pero en mi mano está acompañarla a partir de ahora como me gustaría haberlo hecho desde el principio.

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31 comentarios en “Enmendando…con la una y con la otra

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  8. Gracias por el post… sin duda el tema d segundo hijo es muy poco hablado.. cuando es un cambio drástico en la vida de la familia. Mi esposo yyo esperamos 7 años para tener segundo hijo y estamos encantados. Sin embargo tenemos conflicto por el grande que claro esta fue hijo único mucho tiempo. Muchos dicen que es fácil porque hacen sus cosas ya solos pero me duele el alma ver que ya no es mi bebé.. que mi tiempo ya no es sólo para el… y recuerdo con nostalgia los días en los que éramos solo él y yo (pasabamos todas las tardes solos pues mi esposo trabaja). Eso no significa por supuesto que no este feliz con mi Martina, pero ha llegado sin duda a abrirme el panorama
    ,entrando en un remolino de emociones que combinadas con el puerperio a veces son difíciles de explicar…. y como mencionó una mamá en un comentario a aprender a compartir el tiempo entre hermanos. Porque del tiempo que compartan de niños dara frutos de amor cuando crezcan. Gracias por leerme. Un abrazo.

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    • Si. Puede ser. Tienes razon. Es que a veces la veo que se hizo mayor de repente y se llevo todos los aprendizajes y me da penita. Pero tambien ha tenido muchas cosas que su hermana no. Como bien dices…es diferente! Y tener a su hermana…en el fondo…le encanta!

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  10. Yo estoy convencida de que el segundo destrona al primero, que se disfruta más del segundo porque no hay los nervios de madre primeriza y todo lo que cuentas. Desventajas del segundo? Ninguna…Como mucho que apenas estrena ropa ,porque usa la de su hermano cuando era más peque. El primero es quien realmente es el que lo pasa mal, el que tiene que ceder, etc Es una de las razones por las que me planteo si dos o uno.

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    • yo pensaba así, pero al tener a la enana me dic cuenta que hay algo que el segundo no tiene. Exclusividad. que cuando la mamá quiere un descanso está con el papá, o viceversa. Con dos eso no se puede. Al final pienso que es difícil para ambos, porque el segundo también tiene momentos (por ejemplo) que estas intentando dormirle mientras pones el pijama a la mayor, o le das teta mientras ayudas a comer al mayor; cosas así. sobretodo si se lleva poco. Dos tiene sus pros y sus contras, sin duda. Pero cuando la miro juntas (y no se pelean) veo una unión tan genial que creo que vale la pena 😉

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  11. Me encanta tu post Lai. Yo también soy hija única y me da vértigo afrontar la posibilidad de hermanos. Has explicado súper bien la mayoría de los miedos que me acechan de cara a un posible segundo hijo, sobre todo en cuanto a la atención al mayor y a pensar que el segundo va a ser un privilegiado, mientras que el primero está siendo, por decirlo así, el borrador… Aunque por otro lado tengo ganas de repetir la experiencia con más seguridad en mi misma… Quiero creer que hay muchas cosas que no volveran a pasar, consejos que no voy a ni siquiera plantearme. Besos!

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    • Exacto Paula. La seguridad en ti misma va a ser exponencial. Vale la pena. Yo he disfrutado de otra manera. He hecho oidos sordos a muchas cosas con confianza, he dudado mucho menos. Y cuando el tiempo te puede y el mayor queda con las desventajas de ser el mayor…pues pasan posts como este y nos hacen reaccionar, reflexionar y ahi…me po go a inventar cosas especiales «de mayores» que hacer con la mayor. Y eso a ella le encanta. Un beso!!!

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  12. Mi madre siempre me dice que los segundos se crían solos, refiriéndose a que ya vas más segura como madre y no tienes ni tantas dudas, ni tantos miedos. Yo, que soy hermana mayor, he vivido todo eso que explicas de tus hijas, y creo que forma un poco parte del rol que te toca hacer dentro de la unidad familiar. Aunque siempre hay que intentar no sobre cargar a los mayores con responsabilidades de mas, por ser los mayores, entiendo que es difícil hacerlo cuando uno esta en ello.
    Besos guapa

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  13. Yo reconozco que con la primera era sido ‘poco primeriza’ en muchas cosas. Aunque sí en otras.

    Es verdad a que Monstruita la hemos hecho mayor antes de tiempo por el nacimiento de su hermano. Pero soy hermana mayor también y sé que tenemos otras ventajas.

    Luego tiene la suerte de tener a los abuelos cerca que le sacan muchas tardes cuando yo no puedo 🙂

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  14. Las madres yo creo que tenemos un constante complejo de hacerlo mal, pero yo no creo que te equivocaras tampoco. Pienso que la maternidad es un camino que tú misma vas construyendo y vas enderezando con sus curvas, etc y la experiencia obviamente es un grado, pero seguro que vas a seguir aprendiendo día tras día y cada posición (la de hermana mayor y menor) tiene sus cosas buenas y malas. ¡Un beso!

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